Esta entrevista viene en el Marca:
Barros: "Lo dejaré cuando esté cansado de viajar"
Alex Barros (Sao Paulo, 1970) es el ‘abuelo’ del Mundial de motociclismo, aunque a él no le gusta que le consideren un anciano. Su longevidad deportiva no radica en la edad sino en una trayectoria envidiable. Barros, un brasileño que huye del fútbol, exporta su sonrisa como moneda de cambio en un Mundial cada vez más serio y profesionalizado. Él vivió los tiempos de los monstruos.
Al lado de Lawson, Rainey, Schwantz o Doohan aprendió a ser competitivo y ambicioso. Quizás por eso, tras 19 años en el Mundial, no se siente cansado. A la sombra de Sito Pons y el equipo Camel Honda vive una segunda juventud. Y sueña con un título... a los 34 años.
¿Cómo se lleva lo de ser el ‘abuelo’ del Mundial? Lleva ya 19 años en esto...
Hombre yo no me veo como un abuelo, me veo bastante joven.
¿Pero ya ni se acordará de cuándo empezó?
Sí, claro que me acuerdo, no me parece que hayan pasado tantos años. Cuando haces una cosas que te gusta el tiempo pasa rápido.
Tendrá algún secreto para conservarse joven...
No. Lo único es estar bien con la familia. Creo que es lo más importante.
¿Seguro que no come lo que todo el mundo?
No, como lo que todo el mundo, lo que pasa es que me mantengo en forma. Voy al gimnasio, practico bastante deporte. Esto es lo más importante. Pero tampoco hago nada en especial.
¿Lo más positivo de la edad es la experiencia?
Sí, sin duda. Cada año aprendemos más y me siento más maduro.
¿A su edad se puede seguir aprendiendo?
Sí, claro, siempre hay algo que aprender.
De las nuevas generaciones, ¿a quién ve con más talento?
Yo veo muy fuertes a Dovizioso y Pedrosa, por encima de los demás. En MotoGP está Toni Elías, que acaba de subir y hay que darle un poco de tiempo. Xaus también podrá ir bien aunque ahora tiene problemas con la Yamaha.
Por cierto, ¿cómo le dio a un brasileño por hacerse piloto de motos en vez de futbolista?
Porque me gustaba, sólo por esto. Pero en Brasil no sólo se sigue el fútbol. También hay una gran afición por el automovilismo.
En un país azotado por la pobreza y las dificultades, ¿se siente un ídolo para los niños?
Sí. Yo cuando era niño también me fijaba en deportistas famosos, eran un espejo para mí.
¿Cuáles eran los suyos?
Fittipaldi, Kenny Roberts, Ángel Nieto, Barry Sheene, Uncini...
¿Cuál es su primer recuerdo de motos?
Me acuerdo en un circuito con una moto, vestido con ‘jeans’ y una chaqueta, con un casco que no tenía visera y sobre una moto que no tenía asiento. Y mi padre iba detrás de mí con la bicicleta. Tenía siete años.
¿Se acuerda que empezó con Rainey, Schwantz, Doohan?
Claro. Fue un inicio complicado, pero aprendí mucho con todos. Especialmente con Lawson. De él aprendí como persona, como piloto, del mundo de las motos... De todo. Era y es un gran hombre.
¿Qué le enseño aquella generación?
Que el tiempo pasa, para todos, sin excepción.
¿Han cambiado mucho las motos?
Sí. Hoy son mucho más divertidas, corren mucho más. Antes las motos eran más críticas.
Para bien o para mal.
Para bien. Ahora me divierto mucho más.
¿Qué echa en falta en el Mundial?
Nada. Me llevo bastante bien con el paso del tiempo, me adapto bien al paso de los años. Quizás sí echo en falta un Mundial menos profesional, más cálido. Se ha vuelto más frío.
¿Y qué no le gustaría volvería a ver?
No me gustaría ver accidentes graves. Me marcaron las muertes de Palazzese y de Kato y no me gustaría volver a vivir algo así.
¿Con 19 años en el Mundial, le queda algún hueso sano?
Sí, por supuesto, un montón. He tenido muy pocas lesiones con los años que tengo.
Con Yamaha no hizo más que caerse.
Sí, con Yamaha me caí mucho. Corrí con dolor desde la primera carrera a la última.
Su mejor momento. Y el peor.
Lo mejor las alegrías de las victorias, los buenos resultados. Lo peor, el sufrimiento de las caídas, aunque bien vistas, tienen su lado bueno porque aprendes a encontrar fuerza y a descubrir experiencias nuevas y si no pasas por esas dificultades no aprenderías. En todo lo malo siempre hay algo bueno.
¿Ganarle a Rossi es a mayor felicidad para un piloto?
No. Yo no lo veo así. A mí, la mayor felicidad me la da ganar carreras y, si es posible, ganar el Campeonato.
¿Qué le da Sito Pons que cada vez que está con él se desmelena?
Sito me entiende muy bien y yo le entiendo. Sabemos comunicarnos muy bien y como jefe de equipo es de los mejores. Tiene muy buena visión global: del Campeonato, de las carreras. y te entiende, porque él fue piloto. Entre nosotros no hay secretos, somos muy claros. Sito a veces es duro para hacerte mejor piloto y para hacerte crecer.
¿Se puede ser campeón en un equipo satélite?
Claro que se puede. No hay nada imposible en el mundo. Es difícil pero posible.
Dicen de usted que la presión le ha impedido lucirse en los equipos oficiales...
No, esto es lo que la gente dice desde fuera, pero no saben lo que ocurre desde dentro.
Dos años sin ganar nada practicante, con muchas caídas, lesiones... ¿En algún momento se planteó la retirada?
No. En ningún momento, sólo me ha dado más fuerza.
Dígame un piloto que haya cambiado su vida.
Haslam y Lawson. Fueron los compañeros de equipo en mis inicios y me hicieron crecer.
Y dígame el mejor de la historia según usted.
No creo que se puedan comparar generaciones. Cada uno tiene sus méritos en su época. ¿Quien es mejor, Armstrong o Indurain? No se puede decir. Cada uno es el mejor en su época.
¿Qué tiene Rossi que no tienen los demás?
Tal vez que siempre está en la mejor forma, a pesar de las circunstancias. Siempre cree que es posible ganar.
¿Se ve aspirante al título a los 34 años?
Yo me veo con muchas más posibilidades de luchar por el título, pero lo primero es ganar carreras. El título será una consecuencia.
¿Y a Sete, le ve capaz de batir a Rossi?
Prefiero no meterme ahí.
¿Las carreras lo son todo para usted?
No. No todo es correr en la vida. Esto nos hace crecer como hombres y hay que ver la parte humana. Las carreras terminan y la vida sigue.
¿Es supersticioso?
No. Pero sí creo mucho en Dios.
Cuénteme alguna manía...
Nada. Sólo hago la señal de la cruz en la parrilla, pero es algo que siempre he hecho. Y rezo siempre antes de las carreras.
¿Y qué hará después de su jubilación?
No. Voy haciendo camino paso a paso. No hago planes. Sólo pienso en esta temporada. El día que lo deje será porque estoy muy cansado de viajar. Es la parte más difícil de llevar. Mi familia no me presiona, pero cada vez me cuesta más conciliar mi trabajo con mi familia.
Aquí se le considera un poco español, ¿usted también lo siente así?
En España me siento muy en casa y siento el calor de los aficionados. Me siento un español más. Me tratan así y me hacen sentir así. Cuando no había españoles y yo luchaba por ganar la gente me animaba y eso a mí me tira mucho.
A mi me ha gustado la entrevista, y la filosofia de Alex tambien...
Saludos.