Quiero resaltar el tratamiento que dan en los telediarios sobre este tipo de noticia. Ayer en el curro, TODOS me preguntaron por el accidente . ¿Que imagen quieren dar de nosotros?
A mí en el trabajo tampoco han parado de preguntarme sobre el tema, y mucha gente se ha estado quejando que durante el fin de semana no ha parado el ruido y el peligro por la zona, en definitiva me han estado diciendo que somos unos salvajes. :angry:
No están mas que colgándonos un San Benito por los actos de unos pocos, y por las declaraciones que se ve que han hecho algunos de estos personajillos a alguna cadena de televisión (no los he visto ni oído) de que ellos estaban en Cheste para beber mucho, hacer ruido y quemar rueda.
Y encima el periódico no hace mas que atacarnos, aquí tenéis una noticia que viene hoy.
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SIZE=14]Cinco heridos en otro atropello de moto en Cheste dos horas después del «caballito» mortal[/SIZE][/span]
[span style=\'font-size:14pt;line-height:100%\']El lesionado más grave permanece hospitalizado en Valencia y sufre triple fractura en una pierna[/b]
Un joven de 29 años «y otras cuatro personas más» resultaron heridas en la madrugada del pasado domingo en otro arrollamiento de motocicleta ocurrido en Cheste, en la misma calle y sólo dos horas después del que costó la vida a un vecino de Alcorcón y heridas graves a su acompañante, según informaron ayer a Levante-EMV la familia y los amigos del lesionado, Javier Lázaro.
T. Domínguez, Valencia
Las coincidencias no se quedan ahí: también en este caso, el autor del atropello se dio a la fuga, y, de momento, no ha sido detenido.
El accidente se produjo alrededor de la una de la madrugada cuando varios moteros realizaban piruetas y caballitos a su paso por la antigua carretera de Llíria, en el casco urbano de Cheste, en medio de una multitud agolpada a ambos lados de la calzada. Las fuentes municipales consultadas ayer por este diario no pudieron precisar más datos en relación con este atropello, si bien admitieron que «sabemos que hubo más accidentes, dentro y fuera del casco urbano, aunque aún no disponemos del balance final».
José Defez, el amigo de Javier que acompañaba a éste esa noche, explica que ambos se encontraban parados en la citada calle -cada uno a un lado- cuando una motocicleta perdió el control «posiblemente haciendo un "caballito" y, cuando la rueda delantera tocó el suelo, se fue al suelo arrollando a la gente que estaba a su izquierda», explica José, quien agrega que «el que se llevó la peor parte fue Javier, al que saqué como pude en brazos, porque aquello estaba lleno de gente que me rodeaba y nos impedía hasta respirar. Pero, además de él, había otra chica que se quejaba de un tobillo y tres o cuatro personas más tiradas por el suelo».
A partir de ahí, José intentó desesperadamente llamar al 112 para pedir una ambulancia «pero el móvil no me dejaba porque la red estaba saturada y la gente no hacía más que echárseme encima. Como pude, cogí a Javi en brazos y lo llevé a una calle perpendicular a la del atropello. Allí, una vecina, para la que no tengo palabras, nos abrió su casa y ella misma llamó desde su teléfono pidiendo una ambulancia. No sé que habríamos hecho sin su ayuda».
«Unos veinte minutos después» y con grandes dificultades debido a la enorme cantidad de gente que abarrotaba las calles próximas, llegó una ambulancia que evacuó al herido hasta el centro de salud y, tras constatar la gravedad de las lesiones -triple fractura en tibia y peroné de una pierna, además de contusiones por todo el cuerpo-, optó por trasladarlo al hospital La Fe.
Tres horas después, los facultativos de urgencias de ese centro, «desbordados, entre otras cosas, por el número de pacientes lesionados en accidentes de moto», según la familia de Javier, decidieron desviar al herido al Hospital Clínico. Por fin, ayer por la mañana, fue sometido a una larga intervención quirúrgica de la que aún se recupera en una habitación de ese centro hospitalario.
«Un desmadre nunca visto»
A la agonía de haber sufrido el accidente se le suma la desesperación de no saber quién es el autor del atropello. «Yo vi la moto en el suelo, vi que era roja y blanca y vi las tres letras de la matrícula: CMX. Los números no los pude retener y creo que era una Yamaha R6. En ese momento, mi única preocupación era Javi, que estaba muy mal y sangraba», se disculpa José.
Ambos son moteros «de toda la vida» y han recorrido muchos circuitos. Por ello, se confiesan «asustados» de lo que vieron este fin de semana en Cheste: «Hemos estado en Jerez, en Montmeló y en otros sitios, y también aquí en otros campeonatos, y nunca hemos visto el desmadre que se produjo este fin de semana. Es increíble», se lamenta.
La novia de Javi, aficionada también a las motos, lo confirma y añade: «A ver si, por lo menos, el hecho de que hubiese tanta gente, mucha de ella grabando en videocámaras y haciendo fotos, ayuda para que salgan testigos del accidente, porque entre tanta gente, alguien tuvo que verle la cara o la matrícula. No es justo que Javier esté aquí, hecho polvo, y el que lo atropelló ande por ahí tan feliz».