Open Class: la venganza de Honda.
Era de esperar, ¿o es alguien se creía de verdad que Honda se iba a quedar de brazos cruzados después de haber sido pillada a contrapie en el tema de la nueva categoría Open?... La respuesta de HRC se está "cocinando" en estos momentos en Japón
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A ver cómo lo decimos para que se pueda publicar en "horario infantil". Honda se ha sentido... ¿engañada?... ¿timada?... ¿ninguneada?... Bueno, que cada uno le busque el calificativo que crea más apropiado que encaje con la sensación que se instaló en las filas de Honda cuando ya en los primeros entrenamientos de pretemporada se dieron de bruces con la Open Class de Yamaha; es decir, la moto que, para la nueva categoría carreras cliente, la fábrica de Iwata le había preparado a Aleix Espargaró y Colin Edwards.
Mientras HRC había diseñado y desarrollado en Japón una moto específica siguiendo el aparente nuevo espíritu de una categoría destinada a motos de fábrica pero tecnológicamente un par de pasos por detrás de las de los pilotos oficiales, Yamaha suministró a su único equipo Open de MotoGP una M1 de fábrica de hace un par de temporadas. Es decir, frente a una RCV1000RR con accionamiento de válvulas mediantes muelles en lugar de neumático, una caja de cambios estándar en lugar del seamless y rebajada de otras varias soluciones técnicas de vanguardia, Yamaha cedió directamente los motores oficiales que en su momento utilizaron Lorenzo y Spies. Es más, por problemas de timing finalmente se le suministró al equipo Forward las motos completas, con chasis Yamaha incluidos.
Los diferentes planteamientos venían dados de las diferentes maneras de encarar la nueva categoría Open Class. Mientras HRC fabricó RCV réplicas "low cost" para venderlas, Yamaha optó por ceder sus motores en régimen de leasing, con lo cuál pudo poner a disposición de su equipo Open una tecnología que de otra forma no podía haber cedido... como le pasó a Honda. Estas dos maneras de encarar las cosas llevó a una diferencia de rendimiento que todos hemos podido comprobar. En manos de Aleix Espargaró la Yamaha Open está a años luz de las RCV de HRC, una situación que obviamente no ha gustado en Honda y tampoco en los equipos que han pagado, y bien pagado, las carreras cliente de HRC.
Para más inri, por si lo de Yamaha no fuese suficiente "vergüenza", Honda tuvo que ver como la aprobación de una nueva cláusula en el reglamento técnico le concedía a Ducati, a su equipo de fábrica, las ventajas que en un principio eran exclusivas para las Open, léase más gasolina a utilizar en carrera, neumáticos especiales, más del doble de motores a utilizar a lo largo del campeonato... En fin, que los clientes de las Open de Honda pusieron el grito en el cielo. Poco más o menos se veían con una nariz roja y redonda cada vez que se miraban en el espejo.
Pues bien, como dicho en entradilla, es obvio que Honda no iba a quedarse de brazos cruzados ante esta situación. Con el reglamento en la mano, nada de lo que han hecho sus rivales se sale de las normas, por lo que para cambiar su situación en Open Class no les queda otra que reinventarse... con ese mismo reglamento. Y eso es básicamente lo que va a pasar. De hecho, la primera fase de "la venganza de Honda" ya está en marcha; se está "cocinando" en Japón. Si hubiese que describir con un titular lo que HRC tiene en mente sería algo así como: Lo importante no es como empieza, sino como acaba. Me explico...
La idea que el departamento capitaneado por Shuhei Nakamoto tiene es la de poner en pista en la última parte del campeonato una Open Class con motor "bueno". Es decir, hacer lo que ha hecho Honda. El planteamiento sería, hasta dónde hemos podido averiguar, darle al piloto con RCV1000RR mejor clasificado un motor como el que montan en sus motos Bradl o Bautista. Con ello los problemas de falta de potencia manifiesta de los que se viene quejando, por ejemplo, Nicky Hayden desaparecerían. Sobre el papel, si no cambian las cosas, sería precisamente el americano campeón del mundo de 2006 el que pilotaría esa moto.
Nuestro interlocutor nos aseguró que la moto estará en pista en la última parte del campeonato, "a falta de cuatro o cinco carreras". La intención, terminar el campeonato liderando la categoría Open. Mirando el calendario, personalmente apostaría que veremos la versión B Open Class de HRC en Motegi -cuarto GGPP por detrás-, que es la casa de Honda, que es un circuito en el que pueden hacer todas las pruebas que quieran, que es una pista en la que pueden preparar la carrera a conciencia. Bromeando, se puede decir que Honda podría convertir su nueva moto en Motegi en algo así como un dron en el que piloto prácticamente sería "un señor que va sentado encima". La cave de este proyecto está en el proceso de puesta a punto de la moto con la centralita electrónica obligatoria de DORNA, que es en lo que nos imaginamos están inmersos los ingenieros de Honda en estos momentos.
A quién parece que no les está gustando mucho esta idea de la Open con motor "pata negra" es obviamente a los equipos de Luccio Checchinello y Fausto Gresini, porque entienden que una Honda Open con las ventajas de neumáticos y disponibilidad de gasolina podría... Nos entendemos, ¿no? Y después está la parte del desembolso que estos equipos han hecho por una moto oficial, aproximadamente el doble que les ha costado a los equipos Open su RCV1000RR. En cualquier caso, sea cual fuere la solución final, lo cierto es que Honda está decidida a lavar la afrenta de haber sido "driblada" por Yamaha y Ducati en este comienzo de temporada... Pero el año de carreras es muy largo y como reza el dicho, la venganza es un plato que se come frío.
http://solomoto.es/1/1401176562/motogp/open-class-la-venganza-de-honda#.U4TsxtFutyU