Esta claro que hablar de Rossi a partir de una opinión, en vez de unos fríos y objetivos números, siempre ha suscitado multitud de posiciones enfrentadas. Siempre lleva arrastras lo que denominamos polémica.
Seguramente este hilo no se salve de ella, pero sí que me gustaría que viniera acompañada de respeto. Ya se sabe, lo del culo y las opiniones....
Cuando este campeonato comenzó en Jerez, hace ya unos meses, el campeonísimo, Valentino Rossi, comenzaba dando muestras de flaqueza después de unos más que preocupantes entrenamientos en Montmeló y Jerez. Los últimos entrenamientos convocados por el IRTA habían dejado al descubierto unos serios problemas de chattering en las Yamaha oficiales del equipo oficial de Camel.
Realmente, la muestra de flaqueza no era del piloto, sino de la moto, ya que ese chattering fue, gran premio tras gran premio, cobrando un protagonismo inusual dentro del box liderado por Jeremy Burgess.
En Jerez, a parte de un Rossi falto de ritmo en carrera debido a dicho problema, tuvo la mala fortuna de verse en el suelo tras ser arrollado por Elías en la primera curva de la primera vuelta. Su remontada con la moto dañada aún así fue bella.
Qatar le dio un respiro a Rossi, ya que el italiano puso las cosas en su sitio. No se si aquello fue puro pundonor o fue que en esa pista tan especial, los problemas de la Yamaha no eran tan evidentes (como no lo fueron en otras pistas durante la pretemporada, tales como Sepang o Phillip Island). Parecia que todo volvía a su cauce y los problemas de chattering desaparecieron mientras sonaba el imno italiano.
Sin embargo los fantasmas volvieron a aparecer en la pista Turca de Estambul, en donde Rossi no conseguía encontrarse cómodo. Tan sólo pudo acabar cuarto a 6'5 segundos del ganador. Las preocupaciones volvían en las caras de los técnicos de Yamaha.
En esto llegó China. Rossi, tras rodar retrasado en carrera y realizando una bonita remontada hasta alcanzar la cuarta posición, ve como las vibraciones en su moto son tan grandes que le obligan a tomar el camino de los boxes. El problema fue que alguien decidió abrir una pequeña mina a cielo abierto en su Michelin delantero. Un auténtico boquete que seguramente le haría ver doble.
La duda siempre será: ¿Fue el chattering el que provocó esa degradación tan extrema e inusual en el neumático, o fue el neumático el que provocó un chattering tan grande que tiró al traste toda la remontada?
Las pruebas de Yamaha entre carreras daban una imagen de un equipo con el norte perdido y de búsqueda desesperada de soluciones que nunca se encontraban. Yamaha, Rossi y Burgess estaban dando palos de ciego. Aquello era tan preocupante que intentaban meter el motor nuevo del 2006 en el chásis del 2005 sin resultado; o traerse la Yamaha del 2005 desde un museo en italia para comprobar si los problemas persistían y eran debido a la evolución de las gomas francesas.
El chásis del 2005 era bueno y no daba problemas de chattering, pero el motor del 2005 quedaba en desfase en potencia debido al gran aumento de prestaciones de la competencia durante la pretemporada. Con un motor así era imposible ganar varias carreras este año.
Decidieron construir un nuevo chásis para poder seguir usando el motor 2006, más potente, y éste llegó en Le Mans.
Aquello fue el remedio de todo mal. Rossi salió, se puso en cabeza y se marchó. Iba camino de su segunda victoria de manera arrolladora, como en él es habitual... hasta que el motor rindió el alma (o al menos esa es la versión oficial). Eso fue un duro varapalo, en cambio el futuro se mostraba esperanzador para un largo campeonato de 17 pruebas de las que sólo se habían disputado 5. Ni siquera un tercio del campeonato se había consumido.
El chásis funcionaba y en italia, Mugello, Rossi se encargó de demostrarlo. Y vaya si lo hizo. Ganó la carrera volviendo a implantar su férrea hegemonía. Tan sólo un atisbo de duda surgía en algunas cabezas que pensaban si la diferencia la puso Rossi gracias a su enorme conocimiento de la pista (5 victorias en su circuito talismán) o si, efectívamente, el chattering de las Yamaha eran ya cosas del pasado.
Así que llegó Montmeló, la pista en donde el chattering hizo su aparición. Y allí en donde nació el fantasma de la vibración fue justamente donde murió. No había dudas. Valentino Rossi demostró un ritmo de carrera sólido y constante durante todas las sesiones de entrenamientos. En carrera ganó como quiso metiéndole 4'5 segundos a su inmediato perseguidor. La victoria de Mugello fue ajustada, pero esta fue con margen.
Ahora las cosas están más o menos en su sitio y ya nadie duda que Rossi volverá a ser el máximo protagonista del mundial. La referencia en la pista.
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Y EN ESTO LLEGÓ LA SUERTE (aquí viene la polémica)
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Decir que el chattering de Yamaha fue mala suerte sería algo descabellado, puesto que el resultado final del trabajo de muchas personas a lo largo del tiempo no puede o debe ser considerado como golpes de buena o mala suerte. Simplemente buen o mal hacer..... o un buen hacer que no es suficiente, si preferimos verlo de esa manera.
Mala suerte tuvo Rossi cuando Elías le envistió en Jerez. Mala suerte pudo tener Rossi en China si consideramos que Michelín le dió un neumático defectuoso, aunque en este caso la mala suerte está condicionada a una especulación...
Mala suerte tuvo Rossi en Francia cuando su moto dijo basta. Fenómeno poco usual al que sólamente Sete parece estar abonado.
Y si pensámos en más golpes de mala suerte que tuvo o pudo haber tenido Rossi.... creo que podemos dejar de contar.... a no ser que la memoria me falle.
Vayamos ahora a la buena suerte de Rossi. ¿Buena!!?, os preguntaréis.
Pues sí, buena suerte.
Mientras Rossi sufría los infortunios de la caprichona suerte (mala en este caso), algunos de sus rivales de cara al campeonato también sufrían en sus carnes los caprichos del destino... y parece que el capricho está bien fundado puesto que siempre parece querer cebarse en los mismos pilotos.
Mientras Rossi sufría, Melandri no encontraba acomodo en la nueva versión de la Honda 2006. El subcampeón del mundo daba una de cal y otra de arena. Tan pronto ganaba como acababa séptimo y, por azares de la vida, su equipo y Honda no pudo o no supo darle la estabilidad que Melandri tenía al finalizar la temporada 2005.
Haberse encontrado con el mismo Melandri que se proclamó subcampeón del mundo habría sido mas que preocupante para sus aspiraciones a remontar un campeonato trastabillado.
Mejor para Rossi.
Mientras Rossi sufría, Hayden se dedicaba a las labores de piloto probador para Honda en horarios de gran premio. Todo un coctel explosivo. Aún así el americano conseguía la regularidad que le faltaba a Melandri, pero no tenía las victorias ni los golpes de moral del piloto de Fortuna. Mientras tanto, su futuro inmediato no parecía que fuera a varias sustancialmente y serían unos cuantos grandes premios lo que duraría la desgracia de pilotar la moto con la que no te sientes identificado.
Mejor para Rossi.
Mientras Rossi sufría, Pedrosa y Stoner compaginaban poles y victorias con caídas. Rápidos sí, pero aún novatos.
Mejor para Rossi.
Mientras Rossi sufría, Sete trataba de adaptarse a una moto brusca calzada con gomas nuevas para él. Sete, al igual que Rossi en Le Mans, sufría una rotura en Jerez, en la prueba inaugural, cuando su ritmo de carrera era cláramente de los mejores y cuando rodaba en cabeza de carrera tras una gran salida.
Sufría en Estambul la degradación de un neumático que aún no goza de la estabilidad de Michelín.
Sufría en Mugello la rotura de su bota cuando estaba disputando la carrera y la victoria a Rossi tras haber logrado la pole position. Quizás sea culpa de Sete por tumbar tanto la moto... quien sabe.
Sufría en Le Mans una salida de pista provocada por el empujón que sufrió en sus carnes como consecuencia de una carambola de sustos provocada por la estampida y entrada a saco de Rossi, precisamente. Sea como fuere, ya que este punto levanta ampollas, una cosa está clara, y es que Sete se vio sin comerlo ni beberlo fuera de pista en el primer paso por la controvertida chicane de Le Mans. Uno menos.
Al único piloto que parecía irle bien era Loris Capirossi, aunque también experimentaba las consecuencias de clazar Bridgestone en vez de Michelín. Han mejorado las gomas niponas, sí, pero aún no llegan a ser francesas.
Y EL SEMAFORO CAMBIÓ A VERDE
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....y a Rossi le cambió la suerte.
Justo en ese mismo instante la clasificación del mundial estaba así:
1º Capirossi 99
2º Hayden 99
3º Melandri 89
4º Pedrosa 86
5º Stoner 65
6º Rossi 65
Y en esto se chocan Sete y Loris y todo se viene abajo.
El resultado es que Melandri está out, Loris out y Sete super out. Pedrosa se cae (culpa suya) y Stoner también cae (culpa suya también), así que, de repente, Rossi gana y el mundial queda así.
1º Hayden 119
2º Capirossi 99
3º Rossi 90
4º Melandri 89
5º Pedrosa 86
6º Stoner 65
7º Edwards 60
En Assen no correrá Sete y no se en qué condiciones correrán Capirossi y Melandri (si es que corren, claro), y, mira por donde, Montmeló es el primer gran premio de cinco consecutivos en seis semanas, es decir, el peor momento del año para sufrir una lesión.
Yo, a eso, le llamo tener buena suerte porque en Montmeló Rossi no habría sido capaz de escribir mejor guión para él.... ¡¡¡Bueno sí, que Hayden tuviese una rotura por experimentar un nuevo encendido!!!
No sólo se libró de que 4 pilotos que iban por delante de él en la clasificación no puntuasen en Montmeló (¡¡¡cuatro pilotos!!!), sino que 2 de ellos no podrán volver a hacerlo (probablemente) en la próxima carrera o, al menos, no estarán en la mejor disposición para rendir al 100%.
Otro piloto que iba por detrás de él en el campeonato pero que puede darle guerra y quitarle algún punto (Sete Gibernau), también ha quedado fuera de combate, y éste con mayor certeza que los dos anteriores.
Que yo recuerde, sólamente he visto algo similar en el gran premio de Assen de 1992, en donde en entrenamientos cayeron Rainey, Doohan, Gardner (que lesionados no pudieron tomar la salida) y en carrera cayeron Lawson y Schwantz (cuando rodaban en cabeza en solitario), dejándo la victoria en disputa a Crivillé, Kocinsky, Barros y Garriga. Sin embargo ningún piloto que optaba por el campeonato se vió beneficiado de ese cúmulo de desdichas durante la disputa del gran premio, aunque eso sí, a la postre la caída de Doohan fue determinante para que Wayne Rainey ganase su tercer título consecutivo.
Como alguno ya ha apuntado con fina ironía en otro hilo de este foro, yo no se si será cierto que Rossi puede quemarse si entra en contacto con agua bendita, pero está claro que la gitana que se paseó por el paddock de Montmeló y que regaló romero a media plantilla de pilotos, se fue sin cobrar y les dejó a cambio una buena maldición.
Creo que Rossi está teniendo más buena suerte que mala, al menos ahora que las cosas están como están.
Y después de este ladrillo, os cedo el turno para que me crucifiquéis.
No olvidéis golpear los clavos con amor.
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Saludos a todos.