Como ya os dije unos cuantos ladrillos más arriba, hace ya dos millones de miércoles pasados me fui a Toledo a probar mi amoto, mi kawita, así que os contaré cómo es dicha moto haciendo una comparativa con la otra moto que recientemente he probado.
En mi extensa y dilatada experiencia en motos, como piloto profesional recientemente retirado, he pensado que esta comparativa no la voy a enfocar desde la sensibilidad extrema que posee un piloto fuera de serie como yo, un crack, un marciano venido desde el planeta madrid. No. Os la voy a contar desde un punto de vista más mundano para que vosotros, pobres proyectitos de piloto, podáis entender y asimilar las sensaciones extremas que se tienen subido a estos dos engendros de dos ruedas, estás máquinas encargadas de diferenciar a los moterillos chupa ruedas de los moteros asesina pistones.
Las dos bestias sobre ruedas que os mostraré en esta supercomparativa son la Honda CBF 250 Autoescuela Edition y la Kawasaki ER-6N Testing-Unit-Trade.
Para entendernos, a la Honda la llamaremos "la manoseá", y a la Kawasaki la llamaremos "la cojita". Las dos son auténticos soldados supervivientes de mil y una batallas a los mandos del primer desgraciao que pagaba por subirse en ellas, o bien insinuaba una futura y jugosa compra. En definitiva, dos motos de esquina, dos motos de la noche, dos motos de haz cola y pilla, dos motos acostumbradas a la presencia de muy diverso género masculino ..... ¡Dos barraganas, vamos, para entendernos!
Para empezar con la manoseá es una moto acogedora. Es poquita cosa, chiquitina, baja de asiento. Es lo más parecido a una bici pero sin pedales. Eso sí, ponte tonto con ella y acabas en el suelo (como un chico de la autoescuela que hizo la rampa, se salió y el muy bruto quiso volver a subirse de canto, con un par).
El tacto al acelerador es, como decirlo sin que se ofendan los de Honda...., tosco.
El tacto del embrague (en una de las unidades que nos dejaron para esta prueba) es, como decirlo sin que se ofendan los de Honda..., burdo.
Así pues, lo más difícil era salir con ella de parado. El cambio era aceptable excepto cuando, con motor caliente, intentas buscarle el punto muerto. Es como buscar un culpable en la Casa Blanca, nunca lo encuentras.
La moto responde bien de motor en las 4 primeras marchas. En 5ª y 6ª no puedo decir nada puesto que existen en teoría, pero ignoro si en la realidad se hallaban ahí abajo.
El tacto del freno responde adecuadamente, pero más por el peso del conjunto (más liviano que Andrés Pajares después de la ruta del bacalao) que por la mordiente. Tiene potencia suficiente como para detener en seco la moto y bloquear de alante a 15 Km/h y con suelo mojado. Increíble lo de esta motito. La manoseá tiene caracter.
Los cambios de dirección son al estilo verano azul. Suaves e intuitivos. ¿Que te viene tito por la izquierda?, pues nada, golpe de manillar. ¿Que te viene piraña por la derecha?, pues paras, te bajas y gritas "ojito chaval que las carga el diablo". Y hablando de diablo, sus increíbles maderos, digo, neumáticos Cirelli Corse P-Bagon tienen una durabilidad asombrosa. Ya puedes acelerar en la pasarela de 1ª a 2ª y, oye, hay que ver cómo traccionan.
Constatar que las luces alumbraban al cielo de algún castañazo que se dió el probador de la revista Cotorad, y que el asiento estaba rajado, la aleta izquierda dañada y el intermitente derecho doblado. Por lo demás, oye, manita santo.
En el próximo capítulo hablaremos de la Kawa, la cojita. La llamamos así porque nuestra unidad de pruebas tenía medio estribo izquierdo roto. Algún arrastrón del probador de la revista Cojo Spring.
Os daremos números, datos y un resumen de la comparativa en diversos entornos.
Me voy que tengo un increíble partido de fútbol 7 a las 9 de la mañana (pa joder, claro) y tengo unas ganas locas locas locas de jugar, vamos.... Sobre todo porque tengo en mente ir a recojer mi "kiwi" hoy sábado por la mañana, ya que ayer, muy amablemente, no la tenían pasada la itv para lo del kit de limitación.
PD - Sí, he podido dormir de PM, el cansancio laboral de una semana fina hace milagros.