Creo haber visto a
Dani Pedrosa golpear con su puño el depósito de la Honda al cruzar bajo la bandera de cuadros en segunda posición. No se si fue un gesto de alegría o de pura frustración... por no decir rabia. Me decanto por la última de las posibilidades.
La rabia de Dani (aceptando que mi suposición es cierta) no es para menos, puesto que ve cómo, sintiéndose últimamente superior a su más poderoso rival en motoGP (Rossi), su archirival y compatriota Jorge Lorenzo le ganaba usando, para más inri, sus propias armas.
No hay nada peor para un maestro de esgrima que ser batido en duelo de espada contra un adversario que siempre amó el duelo a pistolas. Toda una humillación.En Portugal pudimos ver, cláramente, una carrera de esas que, hace ya un año,
Randy Mamola comentaba que serían el pan nuestro de cada día en la nueva era de las 800 c.c. con control de tracción. Carreras en las que se resuelven a base de pulir décima a décima, a veces tan sólo centésimas, vuelta tras vuelta, casi sin contacto, casi sin adelantamientos, casi sin lucha cuerpo a cuerpo, pero con una tensión y un desgaste físico y psicológico brutales.
Para nosotros, simples espectadores, no son nuestro ideal de carreras, pero me figuro que tendremos que ir poco a poco aprendiendo a degustar el delicado vino, acostumbrados como estamos a comer con coca cola.En Estoril Jorge, Dani y, durante la primera mitad de la carrera, Rossi, nos ofrecieron un selecto vino portugués, Quinta da Pellada (de Álvaro Castro). Sólo para paladares finos, para aquellos que se deleitan con una carrera en la que la emoción se sirve en aroma de barrica de roble.
A mi por ahora me sigue tirando más la coca cola, así que a fin de cuentas incluso
tendré que dar las gracias a Simoncelli por el sacrilegio de echar coca cola al vino y darme esas burbujas que te chisporrotean los ojos. Y no quisiera dejar pasar la oportunidad de agradecer, todo sea dicho de paso, a los chicos de 125 por ofrecerme sprite, fanta naranja y biter kas en el aperitivo antes de sentarnos a la mesa.
En fin, pongámonos "fisnos" de nuevo y miremos cómo mancha la glicerina el cristal de la copa de vino mientras nos limpiamos con finura los labios con una punta de la servilleta.
La de ayer fue una carrera de pilotos resabiados, de tácticas, de comida de moral, de desgaste, de ver quién aguanta más echando un pulso.
Rossi fue, en esta ocasión, el juez del duelo. Y
Stoner.... bueno, Stoner debió de enzarzarse en una pelea nocturna la noche previa que le impidió acudir al duelo. Pero ese es otro tema, otra historia.
Que yo recuerde, en nuestra selecta carrera,
sólo hubo 7 adelantamientos, exceptuando las pasadas que se dan en las primeras de cambio hasta que se definen, más o menos, las posiciones de los vagones del tren.
Rossi adelantó, si mal no recuerdo, 2 veces. Una a cada piloto Español.
Pedrosa hizo lo propio, 2 veces. Una con cada uno de sus rivales.
Lorenzo adelantó 3 veces, una a Rossi y con Pedrosa repitió maniobra. Debió ser que le gustó aquello.
Para mi la carrera tuvo
3 fases.
La primera fue la salida y consolidación en los puestos de cabeza durante las primeras vueltas con la consiguiente purga de pilotos que iban quedándose fuera de la lucha por los laureles.
La segunda fase fue la del tanteo, la de marcarse unos a otros y dejar pasar un poco las vueltas (todo esto mientras chispeaba ligeramente) con
Dovizioso como convidado de honor.
La tercera fase fue la del duelo a dos con guante blanco, con un Rossi que se veía incapaz de seguir el ritmo de los dos fieras que co-lideran la clasificación general del mundial.
La chispa que provocó el cambio de tercio fue el adelantamiento de Pedrosa a Lorenzo situándose segundo a rueda de Rossi. Esto fue como el punto de inyección de orgullo encendido que hizo que Lorenzo le devolviera la jugada a Pedrosa y, de paso, le dejara un recuerdo en forma de adelantamiento a Rossi. "Ahí te lo dejo, Dani, para que te entretengas". Eso fue en la vuelta 11, y he de apuntillar que Dani adelantó al final de la recta de Estoril frenando, no por punta (esto va por
ILF y por
pablito )
A Jorge esto no le gustó lo más mínimo, así que en la vuelta 12 le devolvió la jugada a Dani justamente en el mismo punto, y a Rossi se lo despachó en esa misma vuelta en plena chicane, así que al inicio de la vuelta 13, Lorenzo ya estaba liderando la carrera con asfalto virgen por delante y sin las incómodas gotitas de agua.
El rookie del año empezó a marcar un ritmo demoledor de 1'37 medios y altos tanto en la vuelta 12 (la de la rabia) como en las sucesivas para no volver a marcar más 1'38's. Bueno, sí, miento, marcó dos 1'38''0, un tiempazo que ayer fue algo anecdótico para Jorge.
Mientras Jorge se iba, a Dani le costaba 2 vueltas y media deshacerse de Rossi, 2 vueltas y media en las que no pudo rodar en 37's, teniendo que conformarse con 38's bajos, justo el ritmo que Rossi podía permitirse como máximo. No fue hasta la mitad de la vuelta 15 (frenando también, ojito) cuando Dani paso a Valentino y se fue en pos de Lorenzo.
A partir de ahí podemos empezar a descorchar botellas de Quinta da Pellada, porque fue un duelo de décima va, décima viene, ahora tú, ahora yo, ahora ninguno de los dos.
Nitronori41 ya ha puesto en números el sórdido y silencioso duelo de dos pilotos que, sin ánimo de querer alimentar artículos de
Jaime Alguersuari, digamos que no se quieren mucho.
Me llamó la impresión cómo Jorge se subió a la primera posición del podium pisando el segundo escalón del cajón (con Dani ya subido en él) cuando el tercero le venía más de paso y, además, es algo más bajito. Pensemos que las cartas vinieron dadas así y ese escalón fue el que le pilló más cerca.
Mi lectura personal de esta carrera es que
Dani debe empezar a usar las pocas armas que le quedan en donde puede, quizás, marcar la diferencia con Jorge. Esas son, a mi modo de ver, una salida más rápida y regular (parece ser que las nuevas Hondas tienen un buen embrague que les permite salir bien y, seguramente, un control electrónico de lanzamiento bastante eficiente) y un ritmo machacón desde las primeras vueltas, ya que es posible que Jorge siga sin poder sacar lo mejor que lleva dentro hasta que no sienta el depósito de gasolina un poquito más ligero.
Por otro lado y aunque Pedrosa va mejorando poco a poco, debe seguir machacando la faceta de la frenada, ya que le cuesta Dios y ayuda pasar en los momentos más necesarios a aquellos pilotos que le inoportunan su ritmo superior.
Ser 3 décimas más rápido que el piloto que te precede no sirven de nada si no puedes superarle pronto, y eso fue lo que le costó a Dani la carrera: se entretuvo 2'5 vueltas con Rossi y esa "tontería" fue la necesaria para no poder ya coger el colín de la Yamaha 48.
Quizás Jorge lo que más teme no es lo que pueda evolucionar Dani, sino lo que pueda mejorar HRC en cuanto a velocidad punta. Ahora Honda tiene 3 semanas para ver qué puede darle a Dani en la larga recta de China y, quizás, esperar una actuación más intensa por parte de Rossi y de Stoner, de los que esperamos que rieguen de coca cola las selectas bodegas que parecen reinar en la nueva era de motoGP.
No está mal el tinto, pero le falta burbújas.Saludos a todos.