Mira que hay foto para mirar, pero chico, ha sido ver la foto y ¡ZAS!, mirada clavada en el pelo de Simoncelli. Y luego en mi cerebro resonando el ¡¡ONCE, OCHO, OCHENTAIOCHO!!.
Ay madre, que uno no gana pa sustos.
- Buenas
- Buenas. Usted dirá
- He oído que hacen diseños de carenados de competición
- Así es, ha oído usted bien
- Vale, quisiera uno para mi equipo.
- Bien, y dígame, ¿cómo lo quiere?
- ¿Qué quiere decir con cómo lo quiere?
- El estilo básicamente.
- Pues no sé... ¿qué tienen?
- Pues mire, tenemos diseños llamativos que atraen la atención de muchas miradas y por tanto el patrocinador es visto por una gran cantidad de gente.
- Nono, no. Preferimos que no nos vean mucha gente.
- Bien, en ese caso quizás lo que usted busca es un diseño rompedor y vanguardista que atraiga pocas miradas pero éstas se queden clavadas atentamente para asimilar el diseño.
- No, nono, la verdad es que no queremos mantener mucho tiempo la mirada de la gente.
- ¡Bueno!, pues señor, creo que tengo justo lo que busca
- ¿Ah, sí?
- Sí, mire, este es un diseño de caracter retro. No llama mucho la atención porque el diseño es obsoleto, ni tampoco hay mucho detalle en el que fijarse, pero cierto sector que mire, sólo cierto sector, tendrá algo relacionado en su pasado del subconsciente colectivo intergeneración que recordará el producto que usted anuncia. Naturalmente tendría que ir dirigido de manera subliminal a las personas indicadas. Serán pocas, sí, pero muy fieles por lo que representa para ellos.
- No, bien pensado no. Le agradezco la idea, pero no. Es mejor que no quede nuestro patrocinador reflejado en la retina de ningún ojo ni en el subconsciente de ningún cerebro.
- ......
- ¿Oiga?
- Señor.....
- Sí, dígame
- Pero.... entonces.... ¿usted qué es lo que pretende?
- Ahí quería yo ir a parar. Me alegra que me haga esa pregunta. Verá, yo lo que pretendo es que nadie se quede con mi patrocinio, que nadie vea ningún detalle de mi carenado, que no recuerde ningún pasado. Vamos, que pase total y absolutamente desapercibido.
- Usted me deja estupefacto. Llevo 20 años en esta profesión, desde que empezaron a diseñarse los primeros carenados allá cuando Nieto corría en 50 c.c. y, la verdad, nunca antes nadie me había pedido nada similar a lo que usted dice.
- ¡Pues ya ve, siempre hay una primera vez para todo!
- Bien, estoooo, ¿tendría usted alguna idea, boceto, referencia o algo de la cual partir para tener una aproximación válida?
- Sí, cómo no. Mire aquí. Yo ando buscando algo parecido a esto:
- Ahá, bien. Muy amable. Pues con "esto" voy a darle un primer boceto y le llamo para quedar y evaluar el impacto visual.
- Estupendo. Un placer hablar con usted.
- Igualmente
- Ciao
- Ciao, ciao (su madre)
(un día después....)
- Mire, este es el boceto que tengo. La verdad es que no sabía bien qué hacer porque las posibilidades que se me planteaban no eran muchas y dadas las peculiaridades de sus necesidades he creído oportuno empezar abriendo esta vía.
- Déjeme ver....
- Tome. (glup)
- ¡¡Fabuloso, fabuloso!! Es usted un genio.
- Oiga, si yo apenas he...
- Nada nada, con esto conseguiré mi propósito
- Si yo sólo he quitado Haanspree y he puesto Pramac y me he quedado tan ancho...
- Nadanadanada, fantástico, estupendo, increíble, genial. ¿Cuánto es?
- Pues tratándose de usted y por el tiempo empleado... la verdad, me da no se qué cobrarle algo
- Bueno pues en ese caso vámonos al bar de abajo y nos tomamos unas gordas en el bar de mi primo.
- Enga, vamos p'allá.
(Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Todos los animales que han aparecido en el rodaje han sido tratados bajo el más riguroso respeto. En caso de úlcera gastroduodenal, consulte a su manager o sponsor)